viernes, 22 de febrero de 2008

Carne de politono

Estaba pensando en el autobús de vuelta a casa sobre los politonos y la música independiente, si se puede llamar así.

Estaba dándole vueltas a la expresión carne de politono, que leí por primera vez en Jenesaispop.com y que me hizo reír tanto que no me pude resistir... total, que me puse el tonito de marras en el móvil. Nunca antes había pagado por un politono, y ahora, cada vez que me llama alguien, no puedo evitar reírme por dentro.

El caso es que pensaba en los politonos y el colectivo austrohúngaro. Eso sí que sería irrepetible. Cuando sonara tu teléfono seguramente nadie más tendría tu politono! Lady olé? Supervaga? Twin Power? Miedo a la muerte estilo Imperio? Disfraz de Tigre? No sabría qué elegir.

sábado, 16 de febrero de 2008

Mis 8 discos de los 80 (parte 2)

The Cure "Pornography" (1982)

¿Alguna vez te has sentido sucio? Quiero decir, ¿sucio en el sentido espiritual de la palabra? Pues si te gusta revolcarte en el barro de vez en cuando, Pornography debería ser uno de tus discos de cabecera. No es un disco que deje indiferente, y la prueba es que en su día la crítica lo puso a parir y que muchos fans de The Cure continúan pensando que es el mejor disco, no ya de la famosa "trilogía siniestra", sino de toda su discografía. Acérrimos defensores y detractores. Una genialidad y una estafa. "Pornography" tiene un sonido denso, magmático, "guarro", que contrasta mucho con el sonido más atmosférico y limpio de las dos anteriores entregas de la trilogía formada junto con "17 seconds" (1980) y "Faith" (1981). Quizás la producción sea excesiva, por ejemplo en el abuso del efecto "eco" (pero quizás sea ahí donde esté la gracia del disco, sólo hace falta ver la inquietantísima foto borrosa de la portada, donde distinguimos a los tres miembros de The Cure con la cara cubierta tras una careta, mascarada macabra que nos haría pensar en la "Matanza de Texas" si no fuera porque el disco tiene otros referentes completamente diferentes).

El disco tiene un arranque abrupto con "100 years", quizás lo que más se parezca a un single potencial del disco (a pesar de que el single extraído fue la apocalíptica "the hanging garden"). Pero el núcleo duro del disco empieza con la segunda canción, "A short term effect", y las 4 posteriores. Yo muchas veces me pongo las 5 seguidas y realmente, atrapa. Eso sí, no es un disco de los que entran a la primera. Pero es un disco rexona: "no te abandona". El clímax llega con la tríada de canciones "Siamese twins"-"The Figurehead"-"A strange day". Peazo trío. Realmente todo lo que hoy en día reconocemos como "marca de la casa" de lo "siniestro" está contenido en estas tres canciones. Predominan las guitarras afiladas, que contrastan con unas melodías melancólicas que aparecen enterradas bajo un "muro de sonido", sin olvidar la fuerte presencia de la percusión en todo el disco, un bajo y batería gruesos, primitivos, casi tribales, orgánicos, a contra corriente de la moda sintética y ligera de la época. Para finalizar el álbum, tenemos las dos canciones con un tratamiento sonoro más radical, quizás demasiado y todo: "Cold", dominada por un órgano mortuorio, cosa que la haga quizás demasiado obvia y démodé, y, sobre todo, "Pornography", sus atmósferas y su genial uso del sampler, la batería al estilo "me estoy cayendo por unas escaleras" y una base magmática de guitarras abrasivas.

¿Y las letras? Fantasías de muerte, destrucción, sexo y violencia emocional en un disco que sus autores compusieron y ejecutaron completamente pasados de drogas. Pero es que esto es mucho más que un "walk donde the wild side" à la The Cure. Primero, porque es difícil superar la belleza de las letras de "siamese twins" o "the figurehead" y, segundo, porque yo me inclino más por ver al disco como una especie de terapia de shock para Robert Smith, quien no se atrevió a realizar la verdadera secuela de este álbum hasta 7 años más tarde, con "Disintegration". Al fin y al cabo, Robert podría haber sido un mártir del rock más, como Ian Curtis y, de hecho, la influencia de Joy Division planea en todo el disco. Pero el mismo Robert nos avisa en los versos que cierran el álbum, cual "drama queen", que renacerá de las cenizas como el ave fenix: "I must fight this sickness, find a cure". Así pues, Robert Smith nos hartaría con canciones pop azucaradas durante los 5 años siguientes, y que conste que a mí me encanta el pop y las canciones que salen en anuncios de yogures.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Probaturas con youtube

Me intentaré estrenar con esto de insertar vídeos de youtube. He escogido dos que ilustran el post anterior. Uno muy petardo de los Smiths visitando una escuela y uno de Prefab Sprout.

El de los niños cantando "This charming man" da un poco de grima, la verdad, conociendo la letra de la canción. Morrissey era taaan perverso... (he knows so much about these things...). Me hace mucha gracia cuando dice que la canción es sobre ser encantador y que todo el mundo debería de ser encantador y bien educado. En fin...



Y aquí el vídeo de "Goodbye Lucille #1", retitulada "Johnny, Johnny" en los USA. El disco también tiene nombre distinto en USA, se llamó "Two wheel's God" en vez de "Steve McQueen"...

martes, 12 de febrero de 2008

Mis 8 discos de los 80 (parte 1)

Hoy tengo el día retro. La verdad es que haber nacido en 1976 y haber crecido entre sonidos sintéticos, baterías metronómicas y guitarras siniestras (es lo que tiene ser hermano pequeño) ha marcado y mucho mis gustos musicales. A veces me siento un poco como en esa canción de Ellos, 1983, en que el protagonista se quedó en 1983. Yo a veces siento que me quedé en 1989, el año de Fan Fatal o Violator o incluso en el mismo 1983 de la canción, entre los ritmos metronómicos del "Blue Monday" y el revival motown y los arpegios de "This charming man".

Bueno, sin más prolegómenos, he aquí mis 8 discos de los 80 (a ver si algún día pongo mis 80 de los 80). Por cierto, este post está inspirado en otro post genial que recomiendo carísimamente, del blog "El ruido de la calle".

The Smiths: The queen is dead (1986)

Sí, me da rabia reconocerlo, porque yo descubrí a The Smiths con "This charming man" porque Morrissey me cae bien como artista hasta 1985, hasta "Meat is murder" (cuando empezó a ganar demasiado dinero y empezó a ser demasiado soberbio). Pero es verdad, aunque es un tópico, The Queen is Dead es el mejor disco de los Smiths. Un disco superconvencional que lleva el pop a otra dimensión, un misterio sin explicar. Como decían en el NME en la crítica del horroroso greatest hits que acaba de sacar Mozzer: "Morrissey already has a Greatest Hits album out – it’s called ‘The Queen Is Dead’". No hay más que decir. "The queen is dead" es la ecuación mágica sin resolver que nos propusieron Johnny Marr y Morrissey en 1986. Y no, "There is a light that never goes out" sigue sin ser mi canción favorita de los Smiths, ni siquiera del disco, pero es un pedazo de himno. Aunque sea tal vez una frase de la tontorrona "Frankly Mr. Shankly" la que resuma mejor el "leitmotiv" oculto de este disco: la apuesta por el romanticismo, la lucha contra lo vulgar, pese al peligro de convertirte en alguien ridículo, excesivo y pedante (¿verdad, Morrissey?): "I want to live and I want to love: I want to catch something that I might be ashamed of".

Prefab Sprout: Steve McQueen (1985)

Es cierto, es AOR, pero mola. Como mola el "Lexicon of love" de ABC o mola el "Avalon" de Roxy Music. Esos matices, ese crooning de Paddy McAloon... me pierden. Precisamente, tal vez sea la canción más AOR del disco la más representativa del mismo: "When love breaks down". Pero más allá del blue-eyed-soul, estamos ante un disco ecléctico: el minimalismo sintético de "Desire As", la calidez y sencillez tan deliciosamente indie de las guitarras de "Goodbye Lucille" o "Bonnie", el falso rockabilly de "Faron young" (y ese pedazo de riff que recuperaron en 2005 las Feria). Nunca fueron mainstream ni independientes. Y siempre sonaron cursis (el andromeda heights ya es la apoteosis de lo cursi). Pero también sonaron emocionantes, valientes y sobre todo adultos en el sentido más sexual y sensual que pueda tener la palabra. Porque si Pete Shelley dijo que las canciones de Buzzcocks hablaban de sexo entre gente que no está casada, las de Prefab Sprout, por qué no, hablan de sexo y deseo entre gente que ya se ha divorciado varias veces.